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miércoles, 10 de agosto de 2016

Propuesta Académica: Medidas Eficaces para la Prevención de Delincuencia.



PRESENTACION

Tomando como referencia la ola de delincuencia e inseguridad ciudadana que pondera en nuestro país, así como la necesidad del diseño de políticas públicas eficaces para la prevención de delincuencia, crimen y violencia, los estudiantes de la sección 871, pertenecientes a las facultades de Educación e Ingeniería en Sistema, nos place presentar la siguiente propuesta académica como eficaz alternativa de la cual estamos convencidos que si se efectúa la misma en el correspondiente proceso de análisis, asignación de recursos e buena implementación podremos obtener resultados satisfactorios.
Esta propuesta ha sido preparada con el fin de ser utilizado como modelo inicial en la provincia de La Romana, buscando, consecuentemente, traspasar las barreras locales para poder llegar a ser utilizado como modelo en diferentes provincias del país.
Los planteamientos expresados en esta propuesta ha sido producto de un largo de proceso de investigación y análisis de modelos nacionales e internacionales, y los diferentes enfoques en que se orientan para un proyecto eficaz de prevención. También, el resultado de la misma, ha sido producto de la ejecución de un proceso de consulta donde pudimos recolectar datos sobre la opinión de profesionales y personalidad que se encuentran involucradas en dicho tenor. Este proceso consultivo nos lleva a delimitar y a indagar sobre los factores más preponderantes que e deben tener en cuenta al momento de implementar una estrategia local de prevención de delincuencia.
Es para nosotros también importante destacar la gran utilidad que pudimos sustraer a través del documento Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de Delincuencia  Juvenil, instrumento del cual sugerimos a las autoridades públicas, así como privadas, academias y sociedad civil, recurrir a consultar dichos lineamientos, este documento es el resultado de consensos internacionales producto a los debates surgidos El Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente (La Habana, 1990).
Esta propuesta se orienta en seis enfoques: familia, escuela, comunidad, Estado, empresas y tecnología. Considerando cada enfoque como pilar trascendental en la prevención de delincuencia y delitos, y como piezas de un mismo rompecabezas que al articular acciones en conjunto pueden generar excelentes y provechosos resultados. Importante tener en cuenta, que es el Estado quien juega – desde un punto de vista sociopolítico- el papel más relevante, y que el mismo es quien debe de asumir dicho rol, ya que es deber del Estado garantizar seguridad ciudadana, en el marco de la protección de los derechos humanos fundamentales.
Esperamos que este material sea considerado por las autoridades provinciales en la formulación y diseño de las políticas públicas, que sea un instrumento de consulta y de evidencias para la sociedad civil en sentido general y un medio de motivación para los profesionales y estudiantes universitarios a que puedan producir herramientas y propuestas que contribuyan al bienestar social.


INTRODUCCION
Panorama social de delincuencia en la Republica Dominicana.

Queremos introducir destacando algunos puntos importantes que resalta la Oficina Nacional de Estadística a través del Panorama Estadístico del Departamento de Investigaciones en el boletín Percepción sobre la seguridad ciudadana en República Dominicana: breve análisis a partir de la ENHOGAR 2011, los cuales son:
·         En el Informe de Desarrollo Humano del Caribe del año 2012, se dice que la percepción de inseguridad lleva a las personas a sentirse seguras solamente en lugares específicos, o a estar dispuestas a realizar ciertas actividades y a tomar acciones preventivas basadas en el miedo. Estos son comportamientos comunes en República Dominicana donde, según un estudio (ONE, 2009), se percibe un alto grado de criminalidad, a cada momento se violenta el derecho de la ciudadanía a convivir en los espacios públicos y privados sin amenazas a su integridad física y emocional (…).
·         La zona urbana del país es donde en mayor medida la población identificó a la delincuencia como uno de los principales problemas del país (62.4% de la población urbana), lo mismo sucedió con relación a esta como uno de los problemas principales del barrio o paraje (37.3% de la población de la zona urbana en comparación con el 15.3% de la población rural).
·         La delincuencia es considerada como un problema “serio” o “muy serio” en los barrios o parajes del país, sobre todo en la región Ozama o Metropolitana, donde es considerado el quinto problema más “serio” o “muy serio” después del desempleo, la pobreza, la energía eléctrica y el consumo de alcohol (ver Gráfico).
·         Un aspecto interesante a destacar es que las personas que residen en los lugares de mayor nivel socioeconómico son las que se sienten, en mayor proporción, menos seguras en su barrio o paraje. Se observa que las personas pertenecientes a los dos grupos quintílicos de mayor riqueza son las que menos seguridad perciben en sus barrios o parajes. A diferencia de esto, la percepción de inseguridad dentro de las viviendas se da en mayor proporción en el segundo grupo, en el grupo intermedio y en el cuarto grupo.
·         El 63.6% de las personas mayores de 12 años, seleccionadas al azar en los hogares entrevistados, declaró que el tema de la delincuencia había estado presente en las conversaciones familiares o con sus amistades o colegas en las dos semanas anteriores a la encuesta. Una mayor proporción de mujeres (65.3%) manifestó que estas conversaciones ocurrieron. Como ya es de esperarse, con mayor frecuencia respondieron afirmativamente en la zona urbana (69.9%), en la Ciudad de Santo Domingo (76.8%) y en la región Ozama o Metropolitana (76.2%); así como personas pertenecientes a los dos grupos socioeconómicos más altos.
En consideración de los puntos antes presentados, aludimos a  evidencias reales de cómo está repercutiendo la delincuencia en la calidad y seguridad de vida de las y los dominicanos. Esto nos lleva a iniciar un análisis intenso de que se deben tomar y definir las medidas pertinentes para asegurar que una República Dominicana más segura



PRINCIPIOS FUNDAMENTALES QUE DEBE TENER UNA PROGRAMA DE PREVENCIÓN DE DELINCUENCIA.

La prevención de la delincuencia juvenil es parte esencial de la prevención del delito en la sociedad. Si los jóvenes se dedican a actividades lícitas y socialmente útiles, se orientan hacia la sociedad y enfocan la vida con criterio humanista, pueden adquirir actitudes no criminógenas. Consta destacar las siguientes principios fundamentes de prevención:
·         Para poder prevenir eficazmente la delincuencia juvenil es necesario que toda la sociedad procure un desarrollo armonioso de los adolescentes, y respete y cultive su personalidad a partir de la primera infancia.
·         A los efectos de la interpretación de las directrices de prevención de delincuencia, se debe centrar la atención en el niño. Los jóvenes deben desempeñar una función activa y participativa en la sociedad y no deben ser considerados meros objetos de socialización o control.
·         En la aplicación de las presentes directrices y de conformidad con los ordenamientos jurídicos nacionales, los programas preventivos deben centrarse, en el bienestar de los jóvenes desde su primera infancia.
·         Deberá reconocer la necesidad y la importancia de aplicar una política progresista de prevención de la delincuencia, así como de estudiar sistemáticamente y elaborar medidas pertinentes que eviten criminalizar y penalizar al niño por una conducta que no causa graves perjuicios a su desarrollo ni perjudica a los demás. La política y las medidas de esa índole deberán incluir:
a.    La creación de oportunidades, en particular educativas, para atender a las diversas necesidades de los jóvenes y servir de marco de apoyo para velar por el desarrollo personal de todos los jóvenes, en particular de aquellos que están patentemente en peligro o en situación de riesgo social y necesitan cuidado y protección especiales;
b.    La formulación de doctrinas y criterios especializados para la prevención de la delincuencia, basados en las leyes, los procesos, las instituciones, las instalaciones y una red de servicios, cuya finalidad sea reducir los motivos, la necesidad y las oportunidades de comisión de las infracciones o las condiciones que las propicien;
c.    Una intervención oficial que se guíe por la justicia y la equidad, y cuya finalidad primordial sea velar por el interés general de los jóvenes;
d.    La protección del bienestar, el desarrollo, los derechos y los intereses de todos los jóvenes;
e.    El reconocimiento del hecho de que el comportamiento o la conducta de los jóvenes que no se ajustan a los valores y normas generales de la sociedad son con frecuencia parte del proceso de maduración y crecimiento y tienden a desaparecer espontáneamente en la mayoría de las personas cuando llegan a la edad adulta; f) La conciencia de que, según la opinión predominante de los expertos, calificar a un joven de “extraviado”, “delincuente” o “predelincuente” a menudo contribuye a que los jóvenes desarrollen pautas permanentes de comportamiento indeseable. 6. Deben crearse servicios y programas con base en la comunidad para la prevención de la delincuencia juvenil, sobre todo si no se han establecido todavía organismos oficiales. Sólo en última instancia ha de recurrirse a organismos oficiales. Sólo en última instancia ha de recurrirse a organismos oficiales de control social.

Nota: Los principios antes mencionados han sido evaluados y analizados desde el documento Directrices de las Naciones Unidas para la Prevención de Delincuencia  Juvenil.


ACTORES Y HERRAMIENTAS FUNDAMENTALES PARA LA PREVENCIÓN.
A. La Familia

1. Toda sociedad deberá asignar elevada prioridad a las necesidades y el bienestar de la familia y de todos sus miembros.
2. Dado que la familia es la unidad central encargada de la integración social primaria del niño, los gobiernos y la sociedad deben tratar de preservar la integridad de la familia, incluida la familia extensa. La sociedad tiene la obligación de ayudar a la familia a cuidar y proteger al niño y asegurar su bienestar físico y mental. Deberán prestarse servicios apropiados, inclusive de guarderías.
3. Los gobiernos deberán adoptar una política que permita a los niños criarse en un ambiente familiar de estabilidad y bienestar. Deberán facilitarse servicios adecuados a las familias que necesiten asistencia para resolver situaciones de inestabilidad o conflicto.
14. Cuando no exista un ambiente familiar de estabilidad y bienestar, los intentos de la comunidad por ayudar a los padres en este aspecto hayan fracasado y la familia extensa no pueda ya cumplir esta función, se deberá recurrir a otras posibles modalidades de colocación familiar, entre ellas los hogares de guarda y la adopción, que en la medida de lo posible deberán reproducir un ambiente familiar de estabilidad y bienestar y, al mismo tiempo, crear en los niños un sentimiento de permanencia, para evitar los problemas relacionados con el “desplazamiento” de un lugar a otro.
5. Deberá prestarse especial atención a los niños de familias afectadas por problemas creados por cambios económicos, sociales y culturales rápidos y desiguales, en especial a los niños de familias indígenas o de inmigrantes y refugiados. Como tales cambios pueden perturbar la capacidad social de la familia para asegurar la educación y crianza tradicionales de los hijos, a menudo como resultado de conflictos culturales o relacionados con el papel del padre o de la madre, será necesario elaborar modalidades innovadora y socialmente constructivas para la socialización de los niños.
6. Se deberán adoptar medidas y elaborar programas para dar a las familias la oportunidad de aprender las funciones y obligaciones de los padres en relación con el desarrollo y el cuidado de sus hijos, para lo cual se fomentarán relaciones positivas entre padres e hijos, se hará que los padres cobren conciencia de los problemas de los niños y los jóvenes y se fomentará la participación de los jóvenes en las actividades familiares y comunitarias.
7. Los gobiernos deberán adoptar medidas para fomentar la unión y la armonía en la familia y desalentar la separación de los hijos de sus padres, salvo cuando circunstancias que afecten al bienestar y al futuro de los hijos no dejen otra opción viable.
8. Es importante insistir en la función socializadora de la familia y de la familia extensa; es igualmente importante reconocer el papel futuro, las responsabilidades, la participación y la colaboración de los jóvenes en la sociedad.
9. Al garantizar el derecho de los niños a una socialización adecuada, los gobiernos y otras instituciones deben basarse en los organismos sociales y jurídicos existentes pero, cuando las instituciones y costumbres tradicionales resulten insuficientes, deberán también prever y permitir medidas innovadoras.


B. La educación


1. Los gobiernos tienen la obligación de dar a todos los jóvenes acceso a la enseñanza pública.
2. Los sistemas de educación, además de sus posibilidades de formación académica y profesional, deberán dedicar especial atención a: a) Enseñar los valores fundamentales y fomentar el respeto de la identidad propia y de las características culturales del niño, de los valores sociales del país en que vive el niño, de las civilizaciones diferentes de la suya y de los derechos humanos y libertades fundamentales; b) Fomentar y desarrollar en todo lo posible la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física de los jóvenes; c) Lograr que los jóvenes participen activa y eficazmente en el proceo educativo en lugar de ser meros objetos pasivos de dicho proceso; d) Desarrollar actividades que fomenten un sentimiento de identidad y pertenencia a la escuela y la comunidad; e) Alentar a los jóvenes a comprender y respetar opiniones y puntos de vista diversos, así como las diferencias culturales y de otra índole; f) Suministrar información y orientación en lo que se refiere a la formación profesional, las oportunidades de empleo y posibilidades de carrera; g) Proporcionar apoyo emocional positivo a los jóvenes y evitar el maltrato psicológico; h) Evitar las medidas disciplinarias severas, en particular los castigos corporales.
1. Los sistemas de educación deberán tratar de trabajar en cooperación con los padres, las organizaciones comunitarias y los organismos que se ocupan de las actividades de los jóvenes.
2. Deberá realizar campañas para orientar a la familia en el marco de Medidas Preventivas que pueden asumir los padres y madres para reducir la brecha de violencia y crim
3. Deberá darse información a los jóvenes y a sus familias sobre la ley y sus derechos y obligaciones con respecto a la ley, así como sobre el sistema de valores universales, incluidos los instrumentos de las Naciones Unidas.
4. Los sistemas de educación deberán cuidar y atender de manera especial a los jóvenes que se encuentren en situación de riesgo social. Deberán prepararse y utilizarse plenamente programas de prevención y materiales didácticos, planes de estudios, criterios e instrumentos especializados.
5. Deberá prestarse especial atención a la adopción de políticas y estrategias generales de prevención del uso indebido, por los jóvenes, del alcohol, las drogas y otras sustancias. Deberá darse formación y dotarse de medios a maestros y otros profesionales a fin de prevenir y resolver estos problemas. Deberá darse a los estudiantes información sobre el empleo y el uso indebido de drogas, incluido el alcohol.
6. Las escuelas deberán servir de centros de información y consulta para prestar atención médica, asesoramiento y otros servicios a los jóvenes, sobre todo a los que están especialmente necesitados y son objeto de malos tratos, abandono, victimización y explotación.
7. Se aplicarán diversos programas educativos para lograr que los maestros, otros adultos y los estudiantes comprendan los problemas, necesidades y preocupaciones de los jóvenes, especialmente de aquellos que pertenecen a grupos más necesitados, menos favorecidos, a grupos de bajos ingresos y a minorías étnicas u otros grupos minoritarios.
8. Los sistemas escolares deberán tratar de alcanzar y promover los niveles profesionales y educativos más elevados en lo que respecta a programas de estudio, métodos y criterios didácticos y de aprendizaje, contratación y formación de personal docente capacitado. Deberá practicarse una supervisión y evaluación regulares de los resultados, tarea que se encomendará a las organizaciones profesionales y a los órganos competentes.
9. En cooperación con grupos de la comunidad, los sistemas educativos deberán planificar, organizar y desarrollar actividades extracurriculares que sean de interés para los jóvenes.
10. Deberá prestarse ayuda especial a niños y jóvenes que tengan dificultades para cumplir las normas de asistencia, así como a los que abandonan los estudios.
11. Las escuelas deberán fomentar la adopción de políticas y normas equitativas y justas, y los estudiantes estarán representados en los órganos encargados de formular la política escolar, incluida la política disciplinaria, y participarán en la adopción de decisiones.


C. La comunidad

1. Deberán establecerse servicios y programas de carácter comunitario, o fortalecerse los ya existentes, que respondan a las necesidades, problemas, intereses e inquietudes especiales de los jóvenes y ofrezcan, a ellos y a sus familias, asesoramiento y orientación adecuados.
2. Las comunidades deberán adoptar o reforzar una amplia gama de medidas de apoyo comunitario a los jóvenes, incluido el establecimiento de centros de desarrollo comunitario, instalaciones y servicios de recreo, a fin de hacer frente a los problemas especiales de los menores expuestos a riesgo social. Esta forma de ayuda deberá prestarse respetando los derechos individuales.
3. Deberán establecerse servicios especiales para brindar alojamiento adecuado a los jóvenes que no puedan seguir viviendo en sus hogares o que carezcan de hogar.
4. Se organizarán diversos servicios y sistemas de ayuda para hacer frente a las dificultades que experimentan los jóvenes al pasar a la edad adulta. Entre estos servicios deberán figurar programas especiales para los jóvenes toxicómanos en los que se dé máxima importancia a los cuidados, el asesoramiento, la asistencia y a las medidas de carácter terapéutico.
5. Los gobiernos y otras instituciones deberán dar apoyo financiero y de otra índole a las organizaciones voluntarias que prestan servicios a los jóvenes.
6. En el plano local deberán crearse o reforzarse organizaciones juveniles que participen plenamente en la gestión delos asuntos comunitarios. Estas organizaciones deberán alentar a los jóvenes a organizar proyectos colectivos y voluntarios, en particular proyectos cuya finalidad sea prestar ayuda a los jóvenes que la necesiten.
7. Los organismos gubernamentales deberán asumir especialmente la responsabilidad del cuidado de los niños sin hogar o los niños de la calle y de proporcionarles los servicios que necesiten. Deberá hacerse fácilmente accesible a los jóvenes la información acerca de servicios locales, alojamiento, empleo y otras formas y fuentes de ayuda.
8. Deberá organizarse una gran variedad de instalaciones y servicios recreativos de especial interés para los jóvenes, a los que éstos tengan fácil acceso.

D. El Estado

1. Los organismos gubernamentales deberán asignar elevada prioridad a los planes y programas dedicados a los jóvenes y suministrar suficientes fondos y recursos de otro tipo para prestar servicios eficaces, proporcionar las instalaciones y el personal para brindar servicios adecuados de atención médica, salud mental, nutrición, vivienda y otros servicios necesarios, en particular de prevención y tratamiento del uso indebido de drogas y alcohol, y cerciorarse de que esos recursos lleguen a los jóvenes y redunden realmente en beneficio de ellos.
2. Sólo deberá recluirse a los jóvenes en instituciones como último recurso y por el período mínimo necesario, y deberá darse máxima importancia a los propios intereses del joven. Los criterios para autorizar una intervención oficial de esta índole deberán definirse estrictamente y limitarse a las situaciones siguientes:
a.    cuando el niño o joven haya sufrido lesiones físicas causadas por los padres o tutores;
b.    cuando el niño o joven haya sido víctima de malos tratos sexuales, físicos o emocionales por parte de los padres o tutores;
c.    cuando el niño o joven haya sido descuidado, abandonado o explotado por los padres o tutores,
d.    cuando el niño o joven se vea amenazado por un peligro físico o moral debido al comportamiento de los padres o tutores; y
e.    cuando se haya manifestado en el propio comportamiento del niño o del joven un grave peligro físico o psicológico para el niño o el joven mismo y ni los padres o tutores, ni el propio joven ni los servicios comunitarios no residenciales puedan hacer frente a dicho peligro por otro medio que no sea la reclusión en una institución.
 3. Los organismos gubernamentales deberán dar a los jóvenes oportunidad de continuar su educación a jornada completa, financiada por el Estado cuando los padres o tutores no los puedan mantener, y de adquirir experiencia profesional.
4. Los programas de prevención de la delincuencia deberán planificarse y ejecutarse sobre la base de conclusiones fiables que sean resultado de una investigación científica, y periódicamente deberán ser supervisados, evaluados y readaptados en consonancia con esas conclusiones.
5. Deberá difundirse entre la comunidad profesional y el público en general información científica acerca del tipo de comportamiento o de situación que pueda resultar en la victimización de los jóvenes, en daños y malos tratos físicos y sicológicos contra ellos o en su explotación.
6. La participación en todos los planes y programas deberá ser, en general, voluntaria. Los propios jóvenes deberán intervenir en su formulación, desarrollo y ejecución.
7. Los gobiernos deberán comenzar a estudiar o seguir estudiando, formulando y aplicando políticas, medidas y estrategias dentro y fuera del sistema de justicia penal para prevenir la violencia en el hogar contra los jóvenes o que los afecte, y garantizar un trato justo a las víctimas de este tipo de violencia.

 E. Las empresas

1. Como parte de la comunidad, las empresas se ven tan beneficiadas por la cohesión social, la estabilidad y la prosperidad como afectadas por la decadencia económica y la degradación social. Junto con los gobiernos nacionales y subregionales y las organizaciones de donantes, el sector privado puede contribuir a una prevención del delito bien planificada ayudando a fortalecer la capacidad comunitaria. Implementar y sostener estrategias y programas requieren tanto una inversión suficiente en programas y recursos más allá de las iniciativas piloto como la sólida incorporación de las estrategias dentro de las prácticas existentes de los gobiernos locales.
2. El sector privado puede aportar su creatividad, sus habilidades, sus recursos y su apoyo para colaborar con el desarrollo de estrategias de prevención del delito, sistemas de administración y recolección de datos, implementación de proyectos, monitoreo y herramientas de evaluación y comunicación. Los ejemplos incluyen:
      Aportar experiencia administrativa y capacidades técnicas al diseño, organización y cálculo de costos de los planes de seguridad comunitaria, así como análisis de la relación costo/beneficios.
      Ofrecer espacio de oficinas para sesiones de información vecinal que apunten a identificar los problemas y las soluciones. • Patrocinar eventos vecinales que celebren la diversidad y promuevan la cohesión comunitaria.
      Co-desarrollar, apoyar y asignar recursos para seminarios de capacitación e intercambio de información que detallen cómo la prevención del delito puede ser una inversión sensata para las empresas, mostrando ejemplos de buenas prácticas, y celebrando la participación del sector privado en esta área.
      Colaborar en el desarrollo de herramientas (véase la Caja de Herramientas de Sudáfrica más abajo) que sirven a las necesidades de los profesionales de la seguridad comunitaria y de la comunidad empresaria.
      Alentar una mayor participación estratégica de las empresas como interesados directos en coaliciones efectivas de seguridad comunitaria a través de redes empresarias, asociaciones, o cámaras de comercio.


F. La Tecnología

En materia de seguridad personal y del hogar, la geolocalización es la tendencia. Hay aplicaciones que localizan un delito y lo conectan con servicios de seguridad ciudadana o directamente con la policía. Entre las aplicaciones de este tipo destacan: Botón de Panico.cl, una app donde basta que el usuario haga click o toque la pantalla del smartphone (en el caso de celulares touch), para que Botón de Pánicoindique inmediatamente las coordenadas donde éste se encuentra, y envíe simultáneamente hasta tres alertas vía e-mail y tres SMS, además de realizar una llamada automática a los contactos previamente configurados.
Hoy el GPS se ha transformado en el compañero ideal para combatir los robos de smartphones y aparatos tecnológicos. En este ámbito, existen aplicaciones que permiten identificar mediante geolocalización la ubicación del aparato, proteger datos e incluso fotografiar a los “nuevos dueños”.
·         Un desarrollo chileno destacado en esta categoría es Prey, servicio web freemium (gratis en su servicio básico) para el rastreo de computadores portátiles y dispositivos móviles, desarrollado por el chileno Tomás Pollak y su empresa Fork Ltd.”, continúa Retamal. La aplicación ayuda a dar con el dispositivos, rastreando su ubicación a través de la recuperación remota de información.











SUSTENTANTES DEL PROYECTO
   

NOMBRE COMPLETO
MATRICULA

1-FELIPE ABRAHAN MOTA MORALES
2-ALEX MARTE
3-DOMINGO DE AZA
4-RAVEL PANIGUA
5-JESUS SEVERINO CARELA
6-HARRY CASTILLO JIMENEZ
7-FEDORA CRISTINA BATISTA FRANCO
8-ROSA ANGELICA CELESTEN
9-REYNA MARIA ROSARIO PERARLTA
10- DIOSMARA RAMIREZ SANTANA
11- ESTHER JERURUM
12-VICTOR RAMON DIAZ
13-MARIA RAMIREZ
14- ANGELA YESENIA ENCARNACION
15-RAMON ARAUJO
16- CARLOS MANUEL AMPARO
17- LUISA MARIA MICHELL
18-MAYRA ALEJANDRA CEDANO
19-EDDY FRANKLIN FELIZ NUÑEZ
20-MONICA E. SAIMBERT
21-XIOMARA JUAN
22-GENESIS E. PUELLO LIZARDO
23-KAREN E. SANTANA
24- LUISA M. CEDANO R.
25-RAQUEL CABRERA ZORRILLA
26-FRANYELY MANUEL CARRASCO S.
27-YENIFER MORILLO RINCON
28-AMANDA CAROLINA GONNZALES
29-MICHELINA RICHARDSON
30- NEFTALI QUIÑANES
31- JUAN FRANCISCO PEREZ
32- SELENIA MARTE
33- ROBERTO ANTONIO T. TRINIDAD
34- LUCELY MARLENY CALENDER
35- MAYERLIN HERNANDEZ
36-JUAN CARLOS DE LOS SANTOS
37- JAIROL VELOZ
38-VICTOR ELIAS MENA
39-WENDY DE YANIRA SANTANA


14-EPDS-2-032
12-SISN-2-034
11-SISN-2-032
13-MISN-2-009
13-MISN-2-032
13-MISN-2-010
03-ELE2-1-012
13-MPDS-2-048
13-SPDS-2-099
14-EPDS-2-010
13-SPDS-2-64
14-EPDS-2-068
14-EPDS-2-091
14-EPDS-2-070
13-SPDS-2-058
14-EPDS-2-058
12-SPDS-2-040
14-EPDS-2-113
14-EPDS-2-046
11-SPDS-2-047
14-EPDS-2-026
12-SPDS-2-011
09-SPDS-2-034
11-EPDS-2-020
14-EPDS-2-052
13-SISN-2-024
14-EPDS-2-061
14-EPDS-2-066
14-EPDS-2-066






14-EPDS-2-076

14-EISN-2-003
14-EPDS-2-097